Search
Close this search box.

La maldición de Sonic que Frontiers debe romper de una vez

Es innegable que los videojuegos del erizo más famoso del mundo llevan ya una racha que no han estado cumpliendo con los estándares de calidad de la trilogía original en SEGA Genesis. Su mayor problema recae principalmente cuando Sonic tiene que desenvolverse en un entorno tridimensional, y si el videojuego no tiene problemas técnicos como cantidades insanas de bugs, tiene problemas de diseño difícilmente solucionables con actualizaciones.

Sonic tiene algunos problemas, bastantes si nos ponemos más realistas, pero la mayoría de ellos no surgen porque el estudio desarrollador, Sonic Team, sean incompetentes, sino que el verdadero motivo es por los tiempos de desarrollo que SEGA establece y que, al apresurar la fecha de salida, hacen que el videojuego salga sin terminar. Los mayores ejemplos de esto son Sonic The Hedgehog (2006) y Sonic Boom, dos videojuegos armónicamente relacionados por ser un insulto al fan. Y eso sin contar Sonic and the Black Knight y Sonic and the Secret Ring que, aunque personalmente no me parecen tan malos como muchos piensan, no es ni cerca un producto de alta calidad, sino uno que genera opiniones muy mixtas.

¿Cómo podríamos confiar en la misma compañía que nos ha quedado mal durante mucho tiempo? Recordemos que Sonic nació para competir contra Mario en la famosa Guerra de consolas entre GENESIS y Super Nintendo por los años 90. Competir contra Super Mario no es cualquier cosa, y tampoco lo es ganarse un espacio en la industria con un personaje nuevo. Sonic supo diferenciarse de su competencia bigotuda al proponer niveles mucho más largos, con diferentes rutas hacia arriba y abajo, con mecánicas nuevas y con la particularidad de ir a toda velocidad tratando de no perder la inercia del personaje. Y, sin embargo, en los últimos años sólo hemos tenido videojuegos de Sonic que no parecen tener una dirección muy clara. Da la sensación de que hay una idea buena, pero no saben cómo implementarla de manera correcta.

Sonic Colors es uno de los contados ejemplos que salió bien, pero gran parte de su estabilidad es porque hay más niveles en 2D que en 3D. Generations lo mismo, al ser un homenaje a los mejores niveles del erizo hasta ese tiempo, sólo era cuestión de reimaginar e implementarlo en un nuevo videojuego. Pero luego están las ovejas negras como los mencionados anteriormente que apenas tienen algo rescatable.

Recientemente se ha visto Sonic Frontiers en movimiento por parte de IGN, y la reacción del público ha sido, para sorpresa de nadie, muy dividida. Por un lado están los que piensan que el videojuego será malo, luego los que tienen un pedazo de fe en él, y por último los que están encantados.

Bajo mi punto de vista, el juego está bien gráficamente, pero en el apartado artístico es horroroso. Difícil es pensar en un mundo que sea más genérico que el visto en los gameplays, pero ya no es eso, sino que hay algo que descuadra a lo largo de los pocos minutos vistos en los videos de IGN. Nos presentan un mundo claramente realista en el que hay railes en el cielo de forma, aparentemente, aleatoria, con trampolines, zonas de velocidad, plataformas flotantes y mucho más. Como conjunto, ese mundo carece de un sentido o de un diseño agradable para la vista, da la sensación de ser un campo de pruebas para desarrolladores.

Quizá lo anterior dicho no sea importante, ya que se trata de un juego de Sonic; qué más da que haya cosas flotando, lo que importa es que sea divertido, y estoy de acuerdo con eso también. Quizá un mundo más cartoonizado hubiera quedado mejor, pero considero que no estamos a tiempo para juzgar este tipo de decisiones ya que el videojuego no ha salido a la venta y apenas sabemos detalles de la trama.

La versión que se ha mostrado al público es probablemente antigua, lo cual explicaría fenómenos como el popping tan frecuente y agresivo, además de que aún faltan algunos meses de desarrollo. Pero la principal preocupación no es si cumplirá en lo técnico sino en lo práctico. Como bien se ha mencionado, existe la posibilidad de que las ambiciones del estudio desarrollador no estén a la altura de lo que se espera, porque en el pasado se ha visto que estos tropiezos han ocurrido de forma recurrente.

Sonic Frontiers no puede permitirse ser el siguiente juego para la lista negra del erizo. Es el último intento de renovación tras una fórmula que ha sido arrastrada desde años y que claramente necesita un cambio urgente. La mecánica del boost, presente en la mayoría de los Sonic en 3D, fue algo, pero ya no lo es. Los niveles parecían que iban sobre raíles, sin ninguna posibilidad de moverse un poquito. Esto se vuelve más descarado en Sonic Forces, donde las secciones del Sonic moderno son “aprieta un botón y arrasa con todo lo que te encuentres por el camino”. Son más un espectáculo visual que un nivel jugable. Incluso la transformación de Super Sonic pierde el sentido, porque Sonic en su forma básica es prácticamente invencible, pero en tierra.

Lo visto hasta el momento es al personaje moviéndose en zonas amplias, escalando torres, luchando contra enemigos pequeños y grandes, y resolviendo acertijos. Las partes de plataformeo y de carrera no se ven mal, es un poco más de lo mismo pero implementadas en un mundo abierto (habrá que ver que tan bien está reunido) pero la resolución de acertijos y el sistema de combate me genera una enorme preocupación. Se nota que hay una intención, pero no confío en el resultado. Es difícil de olvidar cuando Sonic se transformaba en lobo en Unleashed y el juego se convertía en un hack n’ slash que entorpecía el dinamismo de las fases de Sonic. Por otra parte, los acertijos parecen innecesarios y muy básicos (al menos de momento) pero podrían tener potencial.

Se ha confirmado también que habrá un árbol de habilidades, animaciones para los ataques de Sonic, la aparición de Knuckles y Amy, entre otras cosas. Está claro que el proyecto quiere innovar en la franquicia e intentar darle un giro de tuerca. Sin embargo, no es posible predecir qué pueda salir de esto. Uno diría que SEGA se pondrá las pilas porque ahora mismo el personaje está en su mejor momento tras la secuela de Sonic La Película, pero conociendo el historial de los juegos, el futuro es muy incierto. Por mi parte espero que esta vez sea el juego de Sonic que rompa con la maldición y allane un poco el camino para las futuras entregas del erizo.

Redactor
It’s a secret to everybody.