Jusant: Cuando 'menos es más'

No hay nada mejor que sorprenderse con algo del que no esperabas nada y que termina dándotelo todo. La fascinación de Jusant radica en su simple fundamento, en la idea, una mecánica cuidada con el más grande de los cariños posibles.

Mientras que los juegos intentan ser más y abarcarlo todo, Jusant aparta la mirada y decide pulir el escalado para hacer algo nunca antes visto (al menos por mi): hacerlo divertido e interesante.

En la industria estamos acostumbrados a que las superproducciones al nivel de un producto cinematográfico, cuenten con decenas de cosas por hacer, y muchas caen en una iteración que seguramente nos hayamos percatado desde que Tomb Raider existió: las secciones de escalado.

Desde Uncharted hasta Assasin’s Creed, el protagonizar un personaje ágil, escurridizo y resistente nos ha permitido escalar grandes montañas y edificios, pero en todos estos casos, ha sido más de lo mismo: pegarse a una pared y deslizar el joystick hacia arriba.

No había ningún tipo de -reto- o de juego en la escalada en este tipo de juegos. Pero al decir reto, no me refiero a que debieran ser difíciles, sino a que estuvieran más integrados en el juego y no fuese una sección que no depende de nosotros y de nuestras decisiones. Si en aquella sección de escalar de Uncharted, estuviese programado que tal piedra se cayese, simplemente estaríamos jugando una sección muy parecida a la de una cinemática, pero camuflada en un “estás jugando”, sin ningún tipo de consecuencia.

Jusant es todo lo contrario, pues al pensar en pequeño, puede llegar más lejos y ofrecer una experiencia que pocas veces se ha visto, aún siendo muy sencillo en esencia. Es por esto, que después de terminarlo, me sentí en la necesidad de hablar sobre él.

¿Un “simulador” de escalar una montaña?

¿Es Jusant un simulador de escalar? Sí… y no.

Aunque todo el juego base su premisa en la acción de escalar, es importante resaltar que la intención de Jusant no es únicamente esa. Como en algunos juegos con narrativa no convencional, Jusant quiere que descubras una historia por medio de cartas, textos y entorno.

Es mucho más claro que otros juegos, ya que hay por todos lados unas cartas de un personaje llamado Bianca en la que tú pasas a ser testigo de su historia. En realidad, es un poco como la narrativa de Zelda: Breath of the Wild, donde parece que has llegado tarde y todo ya ha pasado. Sólo te quedas con descubrir que pasó en el pasado para entender más tu presente.

Porque sí, es muy difícil entender por qué estás escalando una montaña desde el principio. El juego no dice ni una sola palabra hasta mucho más adelante, así que es de esos juegos donde debes dejarte llevar, que las respuestas irán tomando más forma.

Pero volviendo a lo de si es un simulador. Si fuese un videojuego donde sólo escalas y ya, sin ningún objetivo más allá de llegar hasta la cima, sin ningún trasfondo y sin un mensaje, yo creo que lo sería, pero Jusant lo camufla bastante bien, y te hace interesarte por lo que estás viendo.

Cuando las físicas son divertidas

Si eras de los que odiaba la clase de física en la escuela, ¡bienvenido al club! Pero la verdad es que son las responsables de que algo en un videojuego sea más especial que nunca. Jusant, aunque a simple vista no lo parezca, es un juego muy realista. Ya no sólo por el mensaje que te deja al final, sino porque el sistema de escalado es increíble.

Mucho de esto tiene que ver la animación. El personaje parece que tiene un peso, un aguante y una gravedad que sorprende mucho por cómo está hecho. Así mismo, la forma de columpiarse por las cuerdas, el moméntum, y la aceleración hacen que moverse por la montaña sea toda una experiencia un tanto difícil de explicar.

Es como si de verdad estuvieses ahí, buscando cuál es la manera más optima de llegar a X punto, utilizando todas las herramientas disponibles. No me cansaré de decirlo, pero muy pocas veces he tenido esta sensación de realismo en un videojuego.

Y es que el trabajo detrás para conseguir que el movimiento del personaje y sus físicas sean tan pero tan perfectas es inmenso. Si nada del juego te llama la atención, créeme que sólo por cómo te mueves vale la pena.

Sencillo, pero divertido

Entrando ahora sí a temas más prácticos, ¿qué tan bien funciona el sistema de escalado en Jusant? La respuesta corta es que funciona (sorprendentemente) bien. Como bien comparé al inicio, no es una mecánica automática como muchos otros juegos hacen en la actualidad, sino que cada brazo del personaje corresponde a su gatillo. RT es la mano derecha y LT la izquierda. Ambos brazos pueden estirarse en 360 grados para buscar un saliente o una roca a la cual sea accesible.

La ventaja de este sistema es que te hace parte del propio personaje. Si sueltas algún gatillo por accidente, te caes. Siempre requerirás tener al menos uno presionado para sujetarte.

A la larga, el escalado se hace más sencillo que al principio. Basta con apuntar hacia arriba e intercambiar los gatillos para subir velozmente. Es un sistema muy sencillo, pero sólo con esa capa de tener que estar presionando un gatillo y seleccionar la dirección del brazo, hacen de ésta mecánica una más interesante.

Sumado a esto, la barra de resistencia supone una restricción para medir nuestro escalado y planificar cómo nos vamos a mover. En el juego puedes realizar saltos para llegar a una parte más alta, pero gastan mucha energía. Así mismo, tendrás la opción de descansar durante un periodo de tiempo para recuperar energía, pero la energía máxima estará reducida. Esto, además de apuntar al realismo, es una forma de hacer las escaladas más pausadas y estratégicas.

Jusant, además de sencillo, es fácil. Y no hay nada de malo en eso. Siempre que la experiencia sea buena, que un juego tenga más o menos dificultad es irrelevante. A lo que me refiero, es que Jusant es de esos juegos donde morir no es una opción, pero no porque te traten de estúpido, sino porque su diseño no va hacía esa dirección.

El juego da facilidades como la de usar pitones (o clavijas), que si no sabes mucho del deporte de escalada (como yo) es un como un “punto de guardado” donde colocas un trozo de metal en la pared conectado a la cuerda de seguridad, y en dado caso que te caigas, no tengas que volver a subir desde donde empezaste, sino que quedarás colgado de la cuerda. Puedes poner hasta tres de ellos, y depende del jugador colocarlos donde mejor convenga.

De igual forma, la cuerda del personaje no es infinita. Si recorres una larga distancia mientras tengas la cuerda en una clavija, no podrás moverte, y tendrás que eliminar las clavijas y recuperar la cuerda.

Para ser un juego independiente que va de escalar, el nivel de detalle y realismo es impresionante. Es realmente un sistema manual de escalado sencillo de entender, sencillo de ejecutar, que te mantiene siempre al pendiente y muy pero muy divertido.

La maravilla audiovisual de Jusant

Qué decir del cómo se ve Jusant. Al ser un juego tan comedido, tiene vía libre para acentuar las partes que desea. Hay muchas zonas del juego que cuentan historias más allá de las cartas con texto. Los espacios indican que antes hubo una comunidad que vivía en tales alturas. Es tanto la atención al detalle de estos espacios, que son comparables a los de The Last of Us y The Last of Us Parte II, donde en cada casa abandonada, hay una familia, un grupo de personas que alguna vez tuvo una vida normal y ahora simplemente han desaparecido.

Conseguir esto es sumamente complicado, y pocos juegos son capaces de hacerlo tan bien. Es muy notable que el trabajo modelado y artístico es de los mejores resultados de todo el juego.

Parte de los coleccionables son unas caracolas que su única función es oír las resonancias que sirven como una forma de humanizar a los personajes de sitios abandonados. Se escuchan los sonidos de los sartenes, voces, y el sonido de diferentes acciones como un eco del pasado. Esto con la finalidad de hacer entendernos que todos los objetos en las montañas fueron usados por una sociedad.

Otro aspecto que llama mucho la atención es la iluminación. Tanto como si estamos en un exterior o en un interior, la luz y la sombra son sumamente preciosas y satisfactorias. En este aspecto, Jusant en un juego que, a nivel técnico y para ser un juego independiente, es sobresaliente.

Cumbre

Queda bastante claro que Jusant es un juego que conectó mucho conmigo y que pienso que puede hacerlo con cualquier persona que le gusten las experiencias cortas y satisfactorias.

Dicho esto, me parece que los únicos errores del juego son técnicos y muy contados. Hay algunos momentos donde el personaje se queda atascado entre rocas, o incluso por pisar ciertas partes de los niveles. Son pequeños detalles que me he encontrado de forma muy ocasional y no es relevante para el disfrute del juego. Son totalmente opacados por el espectáculo visual.

Jusant es un juego con una propuesta fresca, relajante y muy entretenida. Destaca por alejarse de las fórmulas de los juegos actuales para establecer su propia identidad. Y no sólo eso, sino que la ejecución es más que buena. Presenta un ambiente y un contexto sumamente bello y trascendental, que a más de uno dejará pensando gracias a su mensaje ecológico.

Es, bajo mi punto de vista, uno de los más grandes juegos de este 2023 que, desafortunadamente ha sido opacado por la gran cantidad de excelentes juegos que han ido saliendo.